domingo, 14 de octubre de 2012

PRISIONEROS DE NOSOTROS MISMOS



Ser una víctima de alguna injusticia no es algo que podamos cambiar, pero adoptar ese papel como propio y no como adquirido es auto destructivo. Corremos el peligro de acostumbrarnos a él, caer en la auto compasión, y hacerla algo permanente en nosotros, volvernos hipersensible a la mínima acción, sobre actuando siempre sin darnos cuenta ante el menor daño. Podemos llegar a un estado de egocentrismo extremo, y de aislamiento emocional, no permitiendo que nadie cause ninguna perturbación en nuestro estado de ánimo, ya sea para bien o para mal, un estado en el que nos encerremos de nosotros mismos, y nos separemos de nuestro semejante por haber perdido la capacidad de sobrellevar los errores ajenos, de perdonarlos, de convivir con lo bueno y lo malo de cada persona. Nos volvemos prisioneros de nosotros mismos, en una prisión de la que nadie puede salir o entrar.


S.G.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario