domingo, 12 de febrero de 2017

Ya no crees

Ya  no crees en el amor dices...
Lo siento porque te perderás la autentica esencia de la vida, esa verdadera forma de ser algo casi mágico. Quizás no quieras creer en la fuerza del amor verdadero porque nunca lo has conocido, y te asusta la idea de perder el control de nuevo, de que no puedas escapar de él si amaras de verdad y te dejases amar igualmente. Crees que así te proteges del falso amor, y así crees que estás demostrando tu fortaleza, resistiéndote a él, pero es justo lo contrario, sólo los débiles, los inseguros, son incapaces de amar y dejarse amar. Los valientes, los seguros de si mismos no temen a que lo decepcionen o a que dejen de amarlo, porque tienen la suficiente confianza en si mismos para saber que esa pérdida no afectará su amor propio o autoestima, que no lo destruirá, porque su bienestar interior no depende del qué le dan, si no de lo que da, y de lo que ve al mirarse en el espejo. Hace frente siempre a cualquier sentimiento, y sabe retirarse sin demora si ve que su entrega ya no es merecida ni necesitada sin sufrir daños persistentes. No teme amar, porque tiene la absoluta certeza de que no puede enamorarse de algo que no sea realmente auténtico y verdadero. Así que con su mente y corazón perfectamente afinados y entrenados vive y se encara a cualquier sentimiento con total confianza.
S.G.M.

domingo, 5 de febrero de 2017

Sin ego

No todas las verdades son necesarias de decir, pero otras sí, y se necesita valor para enfrentarse a estas últimas tan necesarias de escuchar y humildad para reconocer la necesidad de cambio e iniciar un proceso de mejora. Siempre nos hes deseado el tacto y la privacidad a la hora de hacer q nos enfrentemos a algo, pero aun en el peor de los casos siempre es mejor una verdad que nos haga despertar aunque sea de un porrazo, que adulaciones continuas de a quien no le importa vernos dormidos, ni le interesa nuestro bienestar emocional, mental o espiritual.
Aunque la corrección no parece causa de gozo al principio, los que libres de ego se dejan moldear por ella, producen al final buen fruto.

Heb 12:11Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.