Eso de cubrir ciertas necesidades con con una pareja,
podríamos asemejarlo a cuando un día abres tu armario y te das cuenta que
necesitas unos zapatos, sales con entusiasmo a adquirir unos, pero no te
conformarás con unos cualquiera, tendrán que ser unos de tu número, que sean
cómodos y te puedas llevar todo el día con ellos, que se ajusten a tus
necesidades, que no te canses de mirarlos, que te sientas dichosa de llevarlos,
que te complementen bien, que no se rompan o debiliten fácilmente, que puedan
sostenerte horas y horas, días, meses y años, y que el paso del tiempo lejos de
deteriorarlo, le confiera aún más valor... Y si ese día no los encuentras, pues
sales otro día con la misma ilusión a buscarlos... Y en el peor de los casos,
mejor seguir confiando en aquellos que siempre nos sostuvieron... antes que
hacer una mala inversión.
S.G.M.
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