viernes, 8 de abril de 2016

Tristezas y nostalgias

Las tristezas y nostálgias no desaparecen nunca del todo, algunas veces harán acto de presencia sin previo aviso, pero pueden y deben  ubicarse y equilibrarse aceptandolas como una parte de nosotros y de la vida en sí, sin esperar perfección de ella, ni esperar sentirnos excesivamente alegres todo el tiempo, ya que esas irreales expectativas, esas utopías, traen consigo sentimientos de desdicha que nos hacen más difícil transitar por el camino y anulan todos los demás pensamientos y sentimientos positivos.

El tiempo no es milagroso por si solo, es uno el que se cura y se deja curar a través del tiempo, todo depende de lo que uno haga en el proceso, de los pensamientos que deje crecer, en lo que ocupe la mente, de las ocupaciones diarias, de cuanto se dedique a hacerse el bien y hacer el bien a otros, de lo que se lea, de lo que se vea, de lo que se escuche, de lo que uno se ensanche hacia otros, de lo que se comparta y de con quién se comparta, del esfuerzo que uno ponga en quererse y querer, en ser util, en evolucionar.

Comprender que la felicidad más que buscar un constante éxtasis, es mantener la esperanza y las alegrias siempre un paso por delante de las desilusiones y las tristezas.

Aceptar que ningún estado de ánimo es permanente en este sistema, que todo pasa... ya sea bueno o malo, y que siendo receptivos y buscando los apoyos necesarios, aún cuando no podamos hacer nada por no sentirnos derrotados en ciertos momemtos, siempre contaremos con la ayuda y las fuerzas de aquél que da gratuitamente a los que le piden.
S.G.M.

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