sábado, 22 de agosto de 2015

Amar libera

Cuando una persona ha sido privada en su niñez o adolescencia de su libertad emocional demasiado tiempo, de su libertad de ser el mismo, de su independencia, es incapaz de tener incluso un sano apego emocional con nadie, de depender de una manera sana, ya sea de una pareja sentimental, o de una amistad. Puede confundir el sano apego emocional, con la privación de la libertad que sufrió tanto tiempo, por ello  apenas deja nada en manos de nadie, le asusta demasiado, el miedo a que ello implique privación hace que se mantenga alejado, le impide sentir ese apego natural. Buscará relaciones que aún no queriendolo, serán pasajeras, porque se diluiran a la menor muestra de compromiso. Sólo cuando desaparezca ese miedo, podrá volver a su verdadera naturaleza, y será capaz de confiar y darse por completo sin que el miedo a la pérdida le haga renunciar a relaciones más profundas. En realidad aún sigue siendo ese niño asustado al que no dejaron ser niño, y quizás solo necesita vivir esa etapa que se perdió, aquello que no le dejaron vivir, su niñez.
S.G.M.

"Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. 
Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo. 
Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso. 
Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie. 
Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: Tener lo más importante del mundo sin poseerlo.

Paulo cohelo.

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